Ser mamá después de los 40
Los tiempos de la maternidad han cambiado y de eso nos habla nuestra psicóloga en su columna de esta semana.
Por Mariana Kersz
Hasta hace algunos años, las mujeres quedaban embarazadas entre los 20 y los 30 años de edad. Los tiempos cambian y por supuesto los tiempos de la maternidad también: las mujeres de hoy deciden postergar su maternidad hasta lograr cumplir algunos objetivos previos: finalizar la carrera, estabilizarse económicamente, tener una pareja estable o un matrimonio sólido, recorrer el mundo, disfrutar de la soltería, en fin, se trata de mujeres más experimentadas en su vida, con mayor seguridad económica y afianzadas en su profesión.
Estas mujeres que rozan o superan las cuatro décadas se enfrentan así al maravilloso mundo de la maternidad desde un lugar diferente: más maduras, más preparadas y más informadas. Por supuesto muchas mujeres son madres después de los 40 años después de haber pasado por una triste cantidad de abortos espontáneos, pérdidas, intentos fallidos y otros. Felizmente quedan embarazadas, pero sabiendo que tienen que tener más controles para prevenir posibles riesgos.
Como en cada elección de nuestras vidas, existen ventajas y desventajas de ser madres después de los 40 años:
Ventajas:
– Al ser mamás más preparadas en la vida, son más concientes del tipo de alimentación que deben recibir los hijos (más verduras y menos fritos, por ejemplo).
– Según las estadísticas, los hijos de mamás mayores de 40 años son menos propensos a los accidentes,
– El desarrollo del lenguaje de niños con madres más maduras es superior,
– Los conflictos entre padres e hijos se reducen a mayor edad de la madre.
– Existe mayor madurez emocional para enfrentarse al embarazo y a sus riesgos, y
– Hay mayor estabilidad profesional y económica para afrontar la crianza de un hijo.
Desventajas:
Si bien es cierto que hay mayor estabilidad en la pareja, que ambos ya recorrieron el mundo, se divirtieron a lo grande y sienten que vivieron etapas de sus vidas con libertad y sin presiones, también es real que ser mayores de 40 años puede significar no ver a tu hijo cuando se case, o puede que no llegues a poder jugar con tus nietos o conocer a tus bisnietos. Estos son los reales sinsabores de la maternidad tardía.
Además, claramente existe mayor dificultad para quedar embarazada, porque se reduce la cantidad de óvulos genéticamente normales (pasan a ser un 25-30%), y esto va de la mano con un aumento en las posibilidades de tener óvulos que deriven en anomalías genéticas como Autismo, Síndrome de Down o embarazos no compatibles con la vida. A este cócktail se le agregan las complicaciones del embarazo como diabetes gestacional, presión alta o dar a luz bebés de bajo peso o prematuros.
Sin embargo, no te asustes: ser madre es increíblemente maravilloso en cualquier etapa de tu vida. Consultá siempre a tu ginecólogo/a para poder asesorarte correctamente acerca de los riesgos y las posibilidades de una maternidad tardía, porque cada mujer es diferente y nadie mejor que tu médico va a poder asesorarte al respecto. Es cierto, hay riesgos, pero nada que no pueda resolverse con mayor cantidad de controles, información y voluntad para cuidarte. Si ser mamá es algo que deseas este es el momento de hacerlo, más adelante se van a reducir sustancialmente tus posibilidades.
Y, como cualquier otra mamá, vas a volverte loca en este tsunami de 9 meses, tratá de descansar mucho ahora para estar preparada para la mejor experiencia de tu vida.
Exitos!
Mariana Kersz es psicóloga MN 59610 y Sexóloga Especialista en Terapias de Pareja. Además es directora de la Clínica de Parejas (www.ClinicaDeParejas.com)